18.2.09

Vivir Soñando


Imaginaste un mundo diferente al tuyo, me refiero a una vida diferente en un paisaje distinto o irreal, o simplemente un lugar soñado, quizás existente... uno en el cual desees estar… un mundo jamás pensado por alguien conocido, en el que tu alma se sienta, se haga notar.

En sueños casi reales, lo llegas a imaginar... Ese lugar soñado se vuelve tu mundo, y vives allí por escasos minutos, no importa lo lejos que sea... sucede en un instante pero percibes disfrutarlo varias horas.

De repente todo termina... La realidad vuelve. Si, era producto de tu mente; lo sabias, pero evitabas admitirlo. Olvidaste lo que comenzó como un ejercicio o un sueño... producto de la rutina, el necesario e inevitable descanso. Finalmente… la depresión.
Y claro, el placer no dura por siempre y no lo asimilas. En ocasiones te preguntas si acaso sería mejor vivir sin fantasías, pero no te acostumbras, no logras abandonar las ilusiones, sueños, esperanzas...

Y sueñas con algo parecido a la Isla de Skye, el aguacero ambiguo, sentado en la roca más grande de la isla. Contemplas el mar horas y horas. Escuchas el golpe de las olas, gotas de lluvia, y es un sueño... ¿por qué no? una melodía ambiental y una voz soprano a lo lejos... Y ya llegas al punto máximo de la fantasía en el que alcanzas el cielo, vuelas… vuelas como si fuese tuyo, y la libertad se llega a sentir a tal punto en el que nada, ni un aluvión, ni siquiera un huracán te podría detener. La melodía se vuelve mas fuerte, no existe más nada… Ese mundo es tuyo y sientes que es el mas grande del universo. El aire es puro y tus brazos y rostro lo sienten olvidando tener piernas... ya no sientes el cansancio ni la fuerza de la gravedad. Observas los paisajes mas hermosos que pueden existir en cualquier sueño, pero tú lo sientes real... Y es que ya has superado lo inimaginable, has alcanzado un sueño y has experimentado lo inextricable de la sensación de volar.

Jamás caes, jamás desciendes. No te detienes... Simplemente se acaba. De repente no estás más. Ves un cuarto oscuro, o una luz muy fuerte. No importa, de todos modos se terminó. Sabés que no estás más allí... sientes la falta de oxigeno, agobio... quizá un poco de dolor en tu cabeza. Tomas consciencia y recuerdas… "fue solo un sueño". Luego la depresión, la realidad, y el necesario deseo rutinario, y ya es rutina. Vivir, dormir, soñar, despertar, llorar, volver a vivir... Y lloras porque tu sueño es eso... una fantasía. Te sientes abatido, afligido y despiertas en un mundo imposible, y peor aún, sabes que mañana sucederá lo mismo. Luego, la agonía.
__________________

Año: 2008 - Autor: Marcio A. Suchowolski

No hay comentarios.: